domingo, 30 de septiembre de 2012

Los mogoles en la India V: el Taj Mahal, una lágrima de mármol.

La visita al Taj Mahal fue, sin duda, la más esperada. Visitamos el lugar al atardecer, el mejor momento según se nos dijo. Como en varios sitios históricos, los micros deben estacionar a distancia. Hay diferentes vehículos para acercarse:
Este fue el nuestro:
Como siempre, tuvimos que ser pacientes con otros ocupantes del camino.
Finalmente llegamos. Encontramos las habituales filas de seguridad. En este caso, tres: una de hombres y dos de mujeres: locales por un lado y turistas por el otro.

Lo primero que vimos fue el pórtico de entrada, la darwaza. A esta altura, el estilo nos resultaba familiar.... Originalmente, había dos portones de plata para cerrar el pórtico pero fueron desmontados y fundidos por los jats a la caída del imperio mogol.


¡Pero que emoción indescriptible al atravesarlo y ver el Taj Mahal en vivo y en directo por primera vez! ¡Qué lugar! Había tantísima gente pero el predio es enorme.  Y bellísimo, todo. Aquí, la primera foto que tomé cuando me recuperé un poco:
Tagore llamó al Taj Mahal una lágrima de mármol. Y me gustó mucho la imagen.  Es un símbolo de amor. El quinto emperador mogol, Shah Jahan estaba desconsolado al perder a su amada Mumtaz  Mahal y construyó semejante mausoleo en su memoria. Como musulmán que era, tenía muchas otras esposas pero Mumtaz era única. Nos contaron que la conoció en una feria benéfica cuando ella tenía catorce años y se enamoró inmediatamente.  Fue más que una esposa, era su compañera constante, su confidente. En los dieciocho años de matrimonio, tuvieron catorce hijos y Mumtaz murió al dar a luz su hija número catorce mientras acompañaba a Shah Jahan en una campaña militar en el Deccan. 
Mumtaz Mahal
El mausoleo está flanqueado por dos edificios  que son fiel reflejo uno del otro. De un lado una mezquita y del otro el "jawab" que sirvió como hostal o casa de invitados. De hecho, el propósito de este segundo edificio era completar la simetría del conjunto. 



El jawab
Se cuenta que Shah Jahan planeaba construir su mausoleo del otro lado del río totalmente negro y unido con el Taj Mahal por un puente. Sea leyenda o verdad, el hecho es que no se llevó a cabo ya que su hijo lo depuso y encerró en un ala del Fuerte Rojo. A su muerte lo enterró junto a Mumtaz. Su cenotafio es el único quiebre en la simetría.   
 Foto de Wikipedia
  Los detalles de decoración son exquisitos. 


Al salir del mausoleo, paseo extasiada por los jardines. Me voy sentando en distintos lugares para apreciar cómo, a medida que cae el sol, el edificio va pasando del blanco al rosa, tan pero tan bello.


Como no saqué fotos de los jardines, subo una foto encontrada en anchaesmicasa.wordpress.com. Se aprecia el reflejo del mausoleo en el agua. 
Me despido del Taj Mahal, agradecida a la vida por haberme traído hasta aquí. 

 

sábado, 22 de septiembre de 2012

Los mogoles en la India IV: El pequeño Taj.


Una de las tantas sorpresas que recibí en el viaje fue la de enterarme que existía un “pequeño Taj”. En efecto, a un kilómetro y medio del Fuerte Rojo de Agra (del que escribo en la entrada siguiente) se encuentra esta pequeña joya.
La primera esposa de Jahangir lo encargó como mausoleo para sus padres. Se construyó entre 1622 y 1628 en medio de bellísimos jardines. Los muros son de mármol con incrustaciones, la luz entra en el interior por pequeñas aberturas en el mármol.



Hermoso edificio que sirvió de inspiración a Shah Jahan para la construcción del Taj Mahal. De hecho, quienes están enterrados allí son los abuelos de su amada esposa a quien dedicó su obra monumental. Vale la pena llegarse hasta allí antes de visitar el Taj Mahal.