Estuvimos dos veces en Delhi. En la primera me había quedado con las ganas de visitar este complejo ya que había leído que era grandioso y votado como atracción favorita por varios turistas. Para mi sorpresa, descubrí que estaba cerquísima del hotel donde estábamos alojados (en las afueras).
En la primera visita no me sentía muy bien y no me dió el tiempo. De modo que la segunda vez aunque solamente teníamos unas horas estaba decidida a no perdérmelo. ¡Lo bien que hice!
Karin me hizo pata así que revoleamos las valijas en el hotel y salimos a los piques para Akshardham. Sabíamos que no se podía llevar cámara (las fotos son todas de su sitio web www.akshardham.com). Karin decidió no llevar nada. ¡¡Inteligentísima decisión!! Al llegar, largas colas para dejar cualquier bolso o cartera. ¡Tuve que hacer la cola! Perdimos un poco más de tiempo. Ya eran como las seis de la tarde y pensábamos que nos íbamos a perder todo. ¡Pero no!
Por lo que había leído, el circuito oficial empezaba con una visita a la Sala de los Valores, luego una proyección sobre la vida del maestro, luego un viaje en bote, fuentes musicales. Era obvio que no daba el tiempo para todo. En el apuro se me mezclaban los boletos (la entrada al templo es sin cargo pero para estas actividades tiene un costo de alrededor de 25 pesos si no me equivoco)!! Además todos nos indicaban el camino hacia la Sala de Valores. Yo repetía: Boat ride, boat ride (no me quería perder el paseo en bote.)
Bueno, finalmente llegamos! Esperamos un rato afuera y cuando nos hicieron pasar formaron dos filas. Y ahí entraron a aparecer una suerte de góndolas con detalles hindúes, que tenían unos animales en la parte de adelante. Los de la fila de al lado iban subiendo. Nosotras nada. Karin comenzó a imaginar escenarios de discriminación! Jaja! Parecía algo de Disneyworld. Yo estaba de lo más divertida. Finalmente se develó el misterio. ¡¡El paseo es narrado en hindi e inglés y tuvieron la delicadeza de ubicarnos en el de inglés!! Jaja.
Bueno, arranca la góndola, definitivamente esto es Disney, pensaba yo. Cuando pegó la primera vuelta me quedé muda. Lo que tienen organizado ahí es un pasaje por 10000 años de cultura hindú en 15 minutos por medio de escenas como en un museo de cera. Está re bien armado! ¡Espectacular! Muestran los descubrimientos e inventos de los primeros científicos de la India (me acuerdo de los aviones) . Como va tan rápido es imposible retener los nombres para investigar un poco. En fin, no es tan importante. Bueno, pasan las aldeas, los gurúes, los bazares, los artesanos, los bailarines, la universidad de Takshashila que data de 700 años antes de Cristo (¡!) lo cual la haría la primera universidad del mundo. Y termina con un mensaje de unidad. Verdaderamente fascinante.
De ahí nos fuimos a la zona de las fuentes. Ya había muchísima gente sentada en las gradas esperando que comenzara el espectáculo. Nos dimos cuenta de que en realidad había sido bueno ir a esa hora porque ya era de noche y el espectáculo de las luces iba a ser mucho mejor. Bueno, empezó con una oración y pujas ante la enorme estatua del Gurú.
Después un larguísimo párrafo en hindi que nunca tradujeron y finalmente empezó el espectáculo. Mantras, luces y agua, todo sincronizado. Un espectáculo maravilloso.
Terminó y pensamos que el templo ya estaría cerrado. Salíamos todos por unos corredores divinos por los que se iba viendo el templo iluminado.
Pasamos por un lugar donde se rinde culto al Gurú. Ahí la gente le tira agua. Era tarde y no nos detuvimos. Sólo lo vimos por los ventanales al pasar por afuera.
Al llegar al templo, sorpresa!. Sí se podía entrar. Dejar los zapatos y adentro! Nos quedamos con la boca abierta. El nivel de decoración, de lujo, de belleza. Todo en mármol. El altar central con revestimiento de oro.
En las paredes había cuadros con la historia del Guru:
El guru nació en 1781 en la casta de los brahmines. Se dice que a los siete años ya dominaba todas las escrituras hindúes. A los once, después de la muerte de sus papás salió de viaje por India y Nepal. Tomó el nombre Nilkanth Varna. A los 21 recibió su iniciación como swami. Un tiempo más tarde se lo llamó Swaminarayan a partir de un mantra que dió a sus discípulos. Trabajó para asistir a los pobres. Defendió los derechos de las mujeres: estaba en contra de la inmolación de las viudas y ofreció dinero para evitar el infanticidio femenino. (Sigue siendo un tema, más información en alguna entrada próxima). Se lo considera un pionero en la educación de las mujeres en la India. Estaba en contra de los sacrificios de animales. Instauró el lacto vegetarianismo entre sus seguidores y prohibió el consumo de carne.
En el exterior, columnas y frisos están decorados:
Alrededor del templo un estanque o sarovar. No lo vimos con toda esta gente. Las fotos son del sitio web.
Hay además jardines, un restaurant, una tienda de souvenirs. Todo super organizado. Hay como un recorrido pautado. Como dije fuimos con poco tiempo pero da como pasar mucho más. El complejo se inauguró en el 2005. ¡Me encantó este lugar!
