lunes, 6 de febrero de 2012

En defensa de la cultura tibetana 4 - Museo Losel

Como he ido compartiendo en entradas anteriores, el Instituto Norbulingka fue creado para defender la lengua y cultura tibetana. El gobierno chino sigue implementando diferentes medidas tendientes a crear “un nuevo espacio socialista” en Tibet para lo cual aplica “estrictos programas de re educación patriótica”. Está prohibida la instrucción religiosa y desde pre escolar, los chiquitos reciben su educación en chino.

El Norbulingka, entonces, con sus programas de educación, sus talleres de artes, su biblioteca y Academia de Cultura Tibetana, es parte de la lucha pacífica y denodada de los tibetanos por mantener viva su lengua, su historia y su cultura.

El último espacio del instituto que quiero compartir es el museo de muñecos. El Museo de Muñecos Losel alberga una colección única de 150 muñecos con sus trajes regionales, oficiales y monásticos. La colección se presentó en museos de Estados Unidos, Europa y Asia y varios de ellos adquirieron colecciones para presentar en forma permanente.

Estos muñecos fueron creados por un grupo de monjes artistas de un monasterio tibetano que se re estableció en el sur de India (Drepung Loseling Monastery). Este programa comenzó en 1983.

 Los monjes construyen el cuerpo del muñeco de alambre y papel maché, luego le agregan manos de metal. Esculpen la cabeza en fina arcilla, pintan la cara y agregan pelo. Luego lo visten con trajes de algodón, lana o seda y le agregan joyería y otros accesorios.

La colección representa diversas regiones de Tibet, los nómades, monjes, la ópera Lhamo y las danzas rituales. La visita al museo me resultó interesantísima y emocionante. Imagino lo que sentirán los visitantes tibetanos que pueden así recordar aspectos de la vida en la patria que tuvieron que dejar atrás.

Danza ritual con máscaras:


Un picnic - El cartel indica que a los tibetanos les gusta mucho hacer picnic en la naturaleza. 




Opera Lhamo


Escena de la vida cotidiana: En sus barcas (detalle) 






Trajes típicos (fotógrafa inexperta!, el flash pegaba sobre el vidrio ): !!!)



Ceremonia religiosa (esta es genial ya que vimos esto mismo en vivo y en directo cuando visitamos el Monasterio de Tashi Jong (ya llegará la entrada correspondiente!) 



Otro ángulo de la ceremonia religiosa (otra vez borré un personaje x el reflejo del flash! ):  Una clase de fotografía yaaaaaaaaa!)



Y por último ésta del yogi Milarepa! Me encantó!



Este panel representa el momento en que un cazador que va persiguiendo un ciervo se topa con Milarepa en su cueva y se ilumina. Aparecen todos, cazador, ciervo y otros animales postrados ante el famoso yogi tibetano. Por encima, aparece el maestro de Milarepa, Marpa el Traductor, que desde arriba lo acompaña con su energía y sabiduría.


Comparto la historia de Milarepa que me pareció muy interesante. Nació alrededor de 1025 en el Tibet, cerca de la frontera con Nepal. Su papá que era muy rico murió cuando él tenía siete años. Esa fortuna cayó en manos de sus tíos que, a pesar de haber hecho promesas al padre, trataron a Milarepa, su mamá y su hermana como esclavos. La mamá le rogó que se vengara y Milarepa se acercó a la brujería. Llegó a dominar la naturaleza y con una tormenta feroz, mató a muchas personas.
Más adelante se arrepintió y llenó de remordimiento. Se acercó a Marpa, el Traductor. Este vio que Milarepa era un discípulo de extraordinaria capacidad pero que había acumulado un muy mal karma. Marpa fingió ser un maestro hosco durante años y trató a Milarepa como un sirviente durante seis años. Una vez que hubo purificado su karma, lo preparó para que llevara la vida solitaria de un yogui.

Milarepa hizo el voto solemne de meditar sin interrupción en una montaña remota hasta alcanzar la completa iluminación. Así estuvo meditando durante doce años consecutivos, solo en una cueva, alimentándose nada más con ortigas, hasta que todo su cuerpo adquirió un tono verdoso. Gracias a ese esfuerzo constante logró su recompensa y alcanzó la completa iluminación. A partir de ese momento comenzó a aceptar discípulos y a enseñar por medio de canciones que se hicieron muy famosas y forman parte del legado literario tibetano.

Aquí un detalle de la escena. Esta foto no es mía. La encontré y ahora no sé dónde. Quizás viene pegado el enlace en la foto y aparece. Si no, pido disculpas a quién la haya sacado. 

 

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